Irán lanza seria advertencia a EE.UU.: “Un ataque significará un daño irreparable”
El ayatolá Alí Jamenei advierte a Donald Trump tras informes de posibles ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes. La tensión en Medio Oriente escala a niveles críticos.
El conflicto en Medio Oriente ha alcanzado un punto de inflexión. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha enviado un mensaje directo al presidente estadounidense Donald Trump: cualquier acción militar contra la República Islámica desencadenará un “daño irreparable”.
La advertencia fue pronunciada a través de un comunicado leído en la televisión estatal iraní, donde Jamenei enfatizó que “las personas sabias que conocen a Irán y su historia no amenazan a esta nación, porque los iraníes no se rinden”. Este mensaje llega después de informes difundidos por CBS News que revelan que Trump está “considerando” sumarse a los ataques israelíes dirigidos a las instalaciones nucleares iraníes, incluyendo el centro de enriquecimiento de uranio de Fordo, ubicado en una zona de alta seguridad subterránea.
Esta planta, construida bajo tierra para resistir bombardeos convencionales, solo podría ser destruida por el uso de la denominada “madre de todas las bombas”, una munición de 13.600 kilogramos que únicamente Estados Unidos posee.
Trump convocó a su equipo de seguridad nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca para evaluar las opciones. Aunque no se ha tomado una decisión final, algunos asesores abogan por una postura más agresiva, mientras otros advierten sobre las consecuencias geopolíticas de un enfrentamiento directo.
En un reciente mensaje en sus redes sociales, el mandatario estadounidense exigió la “rendición incondicional” de Irán, lo que provocó una respuesta inmediata de Teherán.
Según datos oficiales, los ataques israelíes ya han provocado la muerte de al menos 224 personas en Irán, la mayoría civiles, mientras que los bombardeos iraníes sobre territorio israelí han dejado 24 víctimas fatales.
La amenaza de Jamenei no solo se refiere a una represalia militar contra bases estadounidenses en la región, como la Quinta Flota en Bahréin, sino también a posibles acciones estratégicas que podrían impactar la economía global: el cierre del estrecho de Ormuz, el sabotaje a plantas desalinizadoras o la interrupción de la exportación de petróleo desde el Golfo Pérsico.
La situación es extremadamente volátil. Cada declaración, cada movimiento militar, puede desencadenar una guerra regional de consecuencias impredecibles. El mundo observa con atención los próximos pasos de Washington y Teherán.
AGENCIAS / pedroluisgimenezserrada@gmail.com / CNP:21337