El Desdén por la Educación: Un País en Crisis por la Indiferencia al Saber
Reflexiones sobre la Urgente Necesidad de Revalorar el Conocimiento en la Gestión Pública
En todas las épocas de la civilización humana, la ciencia y el conocimiento han sido pilares fundamentales para el progreso y la estabilidad de las naciones. El saber no solo ilumina el camino durante las crisis, sino que puede hacerlas más manejables. En nuestro país, con un recurso humano profesional diverso y abundante, así como con acceso a vastas cantidades de información y nuevas herramientas, es inconcebible que el Estado haga tan poco uso de ellas. En cambio, lo que se observa es una preocupante falta de aplicación del conocimiento en la toma de decisiones gubernamentales.
La incertidumbre, la desconfianza y el desinterés, junto con la escasa voluntad para actuar, han llevado al alejamiento del profesionalismo en las acciones políticas. Se ha perdido la fe y la confianza en las instituciones, que ya no están aptas para responder a los problemas del país. En medio de este escenario, el deterioro de la infraestructura, la caída del producto interno bruto, la limitada capacidad de financiamiento y la disminución del ingreso de los venezolanos se han convertido en males comunes. La división, el odio y el resentimiento se han apoderado del país.
Existe una brecha creciente entre el conocimiento y la formación de personal adecuado para la toma de decisiones. Somos, como lo señala el reconocido economista Asdrubal Olivares, una “economía enana” con poca inversión en actividad y productividad. La falta de respuestas a los grandes males del país está relacionada con el amiguismo, no con el profesionalismo. Las universidades y sus investigaciones, que en el pasado fueron respetadas y consideradas, hoy son despreciadas. La recuperación del país no puede basarse únicamente en políticas económicas coherentes; debe fundamentarse en la educación como el pilar esencial. Sin maestros, no habrá otros profesionales.
Transformar esta situación es vital. Un cambio en el sistema político es fundamental para recuperar las instituciones, atraer inversiones y restaurar la capacidad productiva, entre otras acciones urgentes y necesarias. Integrar el conocimiento y el saber en la solución de los problemas del país implica reconocer el papel crucial de las universidades en esta tarea impostergable.
José Gregorio Figueroa @figueroazabala