Por José Gregorio Figueroa: La Transformación Radical del Mundo
La vertiginosa expansión de empresas altamente innovadoras, cuyos productos, bienes y servicios conquistan mercados a diario, constituye sin lugar a dudas un tema de gran interés. A nivel mundial, individuos preocupados por el crecimiento personal buscan incansablemente explorar sendas que desafíen los convencionalismos y propicien su desarrollo.
Observamos la emergencia de empresas de alto potencial y tecnología punta, líderes en la oferta de bienes y servicios revolucionarios. Este fenómeno es respaldado por una generación altamente educada que ha sabido capitalizar su formación académica. No se limitan a lo enseñado en los programas educativos actualizados, sino que, mediante una curiosidad insaciable, buscan conocimientos más allá de los límites establecidos, añadiendo valor a sus habilidades.
Esta búsqueda incesante de conocimiento es fundamental, ya que reconocen que el saber evoluciona diariamente, y por ende, se sumergen activamente en su constante adquisición. Países que anteriormente eran considerados rezagados, como Indonesia, Vietnam, Singapur, Corea del Sur y Camboya, ahora se integran en destacadas organizaciones, aprovechando su talento emergente. Este cambio es el resultado de transformaciones profundas en sus sistemas educativos, que han logrado formar jóvenes con una visión de futuro clara y ambiciosa.
No obstante, en América Latina, a pesar de contar con jóvenes bien formados guiados por la inquietud de aprender continuamente, los sistemas educativos aún se encuentran rezagados. Las regulaciones gubernamentales, vinculadas a sistemas políticos no alineados con estas transformaciones, plantean interrogantes sobre la capacidad de la región para romper con estos esquemas y sumarse a la acelerada transformación que experimenta el mundo día a día.
En la actualidad, la escena global se ve dominada por conflictos bélicos, diferencias religiosas, desigualdades y exclusiones, lo cual complica enormemente la tarea de avanzar en este proceso de cambio. La solución parece residir en la implementación de sistemas educativos renovados y el respaldo gubernamental. Esto implica una modernización integral en todos los niveles del sistema educativo, ya que no hay alternativa viable.
En resumen, el desafío para América Latina es superar obstáculos educativos y regulatorios para ganar terreno en la veloz transformación mundial. Solo a través de la modernización educativa y el apoyo gubernamental puede la región aspirar a competir y colaborar de manera efectiva en este cambiante escenario global.
José Gregorio Figueroa @figueroazabala. /