Vaticano activa protocolo de secreto absoluto previo al cónclave papal
Todos los involucrados, desde cardenales hasta personal de limpieza, jurarán confidencialidad perpetua bajo pena de excomunión, conforme a las normas del Vaticano.
El Vaticano activa un riguroso protocolo de confidencialidad para todo el personal que participará en la organización del próximo cónclave, previsto para el miércoles 7 de mayo, donde será elegido el nuevo papa. Desde cardenales y ceremonieros hasta médicos, ascensoristas y floristas deberán prestar juramento de secreto perpetuo este lunes 5 de mayo en la Capilla Paulina.
La medida, establecida en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, será supervisada por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell. El acto, totalmente privado y libre de cobertura mediática, contempla consecuencias severas en caso de incumplimiento: la excomunión.
El juramento reza: “Prometo y juro observar absoluto secreto a perpetuidad, a no ser que reciba permiso especial del nuevo pontífice o sus sucesores.” Además, prohíbe expresamente el uso de dispositivos de grabación, audio o imagen durante todo el proceso electoral.
Entre los obligados a jurar se encuentran altos funcionarios eclesiásticos y personal de apoyo: desde el maestro de celebraciones litúrgicas, Diego Ravelli, hasta médicos, técnicos, personal de limpieza y miembros de la Guardia Suiza Pontificia.
El miércoles 7 de mayo, tras el ingreso de los cardenales electores a la Capilla Sixtina y la declaración ritual “Extra omnes” (todos fuera), iniciará formalmente el cónclave. El cardenal Raniero Cantalamessa ofrecerá la segunda meditación previa a la votación, y el cardenal Pietro Parolin presidirá el proceso.
Este evento se produce bajo una estricta normativa que busca preservar la integridad y el misterio del proceso de elección del nuevo líder de la Iglesia Católica, reforzando la tradición y el silencio sagrado que han caracterizado por siglos al cónclave papal.
AGENCIAS / pedroluisgimenezserrada@gmail.com / CNP: 21337
