Vitamina D: beneficios, fuentes naturales y cuándo tomar suplementos
La vitamina D, clave para la salud ósea e inmunológica, también influye en el estado de ánimo y podría proteger contra ciertos tipos de cáncer. Descubre cómo obtenerla de forma segura.
Aunque comúnmente conocida como una vitamina, la vitamina D actúa en realidad como una hormona vital para múltiples funciones del cuerpo. Su importancia va mucho más allá de la salud ósea: también mejora el sistema inmunológico, equilibra el estado de ánimo y podría tener un rol protector frente a ciertos tipos de cáncer.
Más que una vitamina: una hormona con múltiples funciones
El cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio y mantener huesos fuertes, previniendo enfermedades como el raquitismo, la osteomalacia o la osteoporosis. Pero su influencia va más lejos: fortalece las defensas, mejora la respuesta ante infecciones respiratorias y podría reducir el riesgo de enfermedades autoinmunes.
Además, varios estudios sugieren que podría tener un efecto positivo en el ánimo, especialmente en casos de trastorno afectivo estacional, y en la prevención del cáncer colorrectal.
Sol y salud: cómo se produce la vitamina D
La fuente principal de esta vitamina es la exposición solar. Bastan entre 5 y 15 minutos de sol directo en cara y brazos, tres veces por semana, para cubrir buena parte de las necesidades, aunque factores como el protector solar, la pigmentación de la piel, la edad y la ubicación geográfica pueden reducir su efectividad.
¿Qué alimentos contienen vitamina D?
Naturalmente, la vitamina D está presente en pocos alimentos. Las mejores fuentes incluyen:
- Pescados grasos como salmón, atún o caballa
- Aceite de hígado de bacalao
- Yema de huevo
- Hongos expuestos al sol
- Hígado de res
Además, muchos productos como leche, cereales, bebidas vegetales o jugos son fortificados para ayudar a cubrir los requerimientos diarios.
Suplementos: ¿cuándo y cómo tomarlos?
En personas con baja exposición al sol, piel oscura, edad avanzada, obesidad o ciertas condiciones médicas, los suplementos de vitamina D pueden ser necesarios. La dosis diaria recomendada oscila entre 600 y 800 IU, pero siempre debe ajustarse bajo supervisión médica.
Consejo clave: Para una mejor absorción, se recomienda tomar la vitamina D junto a una comida con grasa saludable.
No se debe automedicar: un exceso puede generar toxicidad, causando niveles peligrosamente altos de calcio en la sangre.
Un elemento esencial para el bienestar
En resumen, mantener niveles adecuados de vitamina D puede marcar la diferencia en la calidad de vida, previniendo desde fracturas hasta infecciones y mejorando la salud mental. En un contexto donde muchas personas presentan déficits silenciosos, informarse y actuar puede ser clave para una vida más saludable.
AGENCIAS / pedroluisgimenezserrada@gmail.com / CNP:21337